
El flujo de lo natural y el flujo de lo suficiente
Todos nosotros estamos plantando una semilla, trayendo una parte de esa energía universal aquí a la tierra y en lograrlo se halla nuestra mayor realización.
Sin embargo, esta transformación de lo Viejo a la Nueva Era, desarraiga y agita muchas cosas. El área del trabajo y del dinero está muy involucrada en este ‘desarraigo’, porque es precisamente un área en la cual las viejas energías están particularmente activas. Podríamos caracterizar esto como las energías del poder y del ego.
Las viejas energías han estado tan fuertemente activas dentro de este campo que podemos encontrarnos con que es totalmente difícil tener una actitud equilibrada en los asuntos de trabajo y dinero. En nuestro trabajo, en la organización o empresa para la cual trabajamos o con las personas que son nuestros colegas, nos enfrentamos con la sociedad. Muchas veces nos preguntamos: ¿cómo me las arreglo con energías con las que no tengo afinidad y sin embargo están rodeándome todos los días? En este choque de lo viejo y de lo nuevo nos gustaría saber cómo tratar con esta fricción.
Si nos basamos en los centros de energía en su cuerpo, me gustaría dilucidar este tema un poco más.
El aura, que pertenece a cada ser humano, contiene siete chakras o centros de energía. En el plexo solar, en el tercer chakra (cerca del diafragma o del estómago) está localizado el deseo. Es en este centro del deseo personal que se sitúan el poder y la ambición. En la era de la vieja energía, el ser humano de antaño, las personas estuvieron viviendo en exceso desde ese centro.
Esto ha tenido que ver con la actitud de ser muy aficionado a ganar o de anteponer los propios intereses y de luchar a expensas de los demás. Una actitud como ésta con frecuencia nace del miedo y de una sensación de estar perdido. No es mi propósito establecer juicios sobre estas energías. Yo sólo quiero mencionar que a menudo ellas están activas en el plexo solar, el tercer chakra.
Un chakra más arriba encontramos el centro del corazón. El corazón nos conecta a nosotros con nuestro origen más elevado, con esferas de energías en las cuales alguna vez residimos y desde la cuales traen consigo ideales que contrastan agudamente con las energías del poder y del ego.
Ahora bien, lo que sucede en la actual transformación de la consciencia es como un volantazo desde el plexo solar hacia el corazón. Esto no significa que el plexo solar debería ser abandonado o dejado totalmente a un lado. No es verdad que deberíamos ‘librarnos del ego’. Es más, una cuestión de dar el volantazo hacia otro nivel del ser, y al hacer esto, basar nuestra vida en la energía del corazón. De un modo u otro, todos nosotros estamos buscando lograr eso, ya sea en nuestra vida personal o específicamente en el campo del trabajo y de la creatividad. Todos nosotros sentimos un parentesco con el cambio hacia la energía del corazón. Todos nosotros intuimos que de ese modo podemos vivir nuestra vida con mucha más alegría y tranquilidad.
Con respecto a la pregunta: ¿cómo trato con las energías basadas en el ego? (en ustedes y en otros), el paso esencial es conectar desde el corazón con las energías del plexo solar (el deseo y el ego) y guiarlas de un modo amoroso y afectuoso.
Es la conexión entre el corazón y el plexo solar (en términos generales entre los chakras ubicados en la parte superior y los chakras ubicados en la parte inferior) lo que nos provee de abundancia en el campo del trabajo, de la creatividad y del dinero.
Ahora, ¿cómo saber si actuamos desde nuestro corazón o desde nuestro miedo o ego? Me gustaría darles algunas pistas sobre cómo reconocer la energía del corazón en medio de un ambiente en el cual esa energía no es dominante. Estamos acostumbrados a luchar y a pelear por las cosas que queremos. Especialmente en el área del trabajo, hay mucha competencia y lucha egoísta. Con frecuencia, tenemos que ser alguien que no somos para obtener reconocimiento, mientras que nuestro corazón dice que no debería ser así. El corazón añora una clase de presencia mucho más natural. Este deseo está fuertemente presente en todos nosotros.
Por lo tanto, sería muy bueno entender cómo trabaja la energía del corazón y cómo podemos reconocerla.
La energía del corazón no ejerce presión y es muy suave y tierna por naturaleza. Ella nos habla a nosotros a través de la intuición. El corazón da suaves codazos y sugerencias y nunca nos dirá algo que está cargado emocionalmente con miedo o presión.
Por lo tanto, al primer flujo de energía del corazón podríamos llamarlo el flujo de lo natural. En nuestra vida cotidiana, claramente podemos notar si las cosas marchan suavemente y encuentran su modo natural o si repetidamente encontramos resistencia a algo que tratamos de lograr. El último caso significa que no estamos – o no completamente – en armonía con nuestra energía del corazón. El secreto de la energía del corazón es que ella realiza milagros, no con fuerza, sino con serenidad y ternura.
Atreverse a seguir nuestra intuición es una de las formas más importantes de entrar en armonía con el flujo de energía del corazón, al cual llamamos ‘el flujo de lo natural’. Seguir nuestra intuición en el contexto del trabajo y de la creatividad, donde esa energía no es evidente, crea posibilidades y oportunidades que generalmente no se esperan. Esto nos traerá más cerca del hogar, queriendo decir que nos traerá a lugares a los cuales ya pertenecemos con nuestra energía.
Cuando haya problemas, por ejemplo un conflicto en el trabajo, y sentimos que no estamos en el lugar correcto en ese ambiente de trabajo, deberíamos tomarnos un momento de silencio. Ir completamente adentro, hacer contacto con nuestro corazón, la fuente de nuestra mayor creatividad, y pedirle a nuestra intuición que nos diga qué es lo correcto que deberían hacer en ese momento. Y no tratar de basar nuestras acciones en opiniones externas, en modelos sociales de comportamiento que, especialmente en el campo del trabajo, pueden ser agobiantes.
La consciencia social o colectiva que dicta conductas aquí está fuertemente basada en el miedo: miedo a ser menospreciado, miedo a fallar y miedo a la falta de dinero o abundancia material. Todos esos miedos podrían ensombrecer nuestra intuición y aun así hay una voz interior que nos dice qué es lo que podría ser bueno para nosotros en ese momento. La clave es atreverse a escuchar a esa voz y podremos comprobar que surgirán respuestas genuinas e inesperadas.
En esta situación, los sentimientos de desconfianza en nosotros mismos pueden bloquearlos y pueden impedirnos confiar completamente en el camino espiritual que es exhibido para nosotros. Por camino espiritual, quiero decir la trayectoria de experiencias que nos pone en contacto con nuestra fuente creativa más elevada, las energías creativas que quieren fluir hacia fuera a través de nosotros. Estas energías ya están presentes. La clave es realmente escuchar a nuestros propios sentimientos y deseos y seguir las indicaciones de nuestro corazón sobre cómo podemos realizarlos de la mejor manera.
Si ya nos sentimos agotados de habitar en el miedo residente en el área del plexo solar. Es que estamos resueltos a renunciar a esta forma de ser y que estamos altamente motivados a conducir nuestra creatividad desde el corazón.
La cuestión es que confies en vos mismo en esta etapa y que continues por este camino, porque ya traemos con nosotros una nueva energía a este mundo, la cual es de gran valor. Esa energía a menudo realiza cambios sin que nosotros lo sepamos: cada uno de nosotros hace mucho mas bien de lo que nos damos cuenta. Nosotros ayudamos al nacimiento de la nueva era, al confiar en el flujo de nuestro corazón, atreviéndonos a seguir el flujo de lo natural. Por lo tanto, no tengamos dudas y continuemos por este camino.
La energía del corazón es mucho más tranquila y tierna que las energías brutales o turbulentas que a menudo dominan el campo del trabajo. Por esta razón, se requiere coraje y fuerza para permanecer centrados en el corazón cuando estamos rodeados por esas energías basadas en el ego. Pero que seguir el flujo del corazón, finalmente nos conducirá a posibilidades creativas que son totalmente reales y prácticas, y nos traerá abundancia en el nivel material. Confiarnos a nosotros mismos a este flujo es un acto de lucha y de coraje.
En nuestra sociedad, tanto la gente espiritual como la idealista hacen un problema del dinero. El dinero es pecaminoso, una energía inferior. Este es el resultado del hecho de que llegamos a asociar al dinero con el poder y la riqueza a expensas de los demás. El dinero prácticamente ha llegado a ser sinónimo de poder. Esta asociación es una de las razones por las cuales el flujo de la abundancia material ha sido bloqueado en nuestro campo de energía.
Pero el dinero es inocente. El dinero es un flujo de energía que realmente encierra en sí pura potencialidad. El dinero ofrece oportunidades, el dinero es potencialidad; no hay nada malo en esto. Ni es el caso que al recibir dinero actuamos a expensas de los demás. Con el dinero somos capaces de crear cosas que benefician a otros. Bajo este respecto recibir dinero es crear más. Esta espiral creativa siempre genera también un flujo de dar, de modo que el dar y el recibir estén equilibrados. Este es el modo del corazón. Por lo tanto, no teman recibir dinero.
Podemos no ser conscientes del hecho de que estamos bloqueando el flujo del dinero, de que tenemos una tácita aversión por el dinero. Tómense un tiempo para examinar sus pensamientos y emociones con respecto al dinero y fácilmente podrán ver cómo ellos están obstruyendo el flujo de la abundancia en nuestra vida. A menudo existe el aspecto de no permitirnos a nosotros mismos tenerlo. Además, tenemos ideas negativas acerca de qué es el dinero y qué es lo que representa. Especialmente aquellos que se sienten cerca de una vida de plenitud espiritual, asocian dinero con lo bajo, con lo trivial, lo cual tiene que ser trascendido. Aquí están activas muchas convicciones pertenecientes a épocas de vidas de austeridad y abstinencia en el mundo material. Vidas que a menudo se han pasado en soledad, apuntadas solamente a la liberación espiritual. La energía de estas vidas aún resuena por todo su campo de energía. Esto da como resultado una clase de ‘rigor’ que los está limitando.
La abundancia material es algo natural: ¡estamos destinados a disfrutar de la vida en la tierra! Es algo natural amar a la tierra y a todo lo que se nos ofrece, complacerse con las cosas preciosas y encantadoras. Amar a la tierra y a la realidad material crea un flujo de abundancia. La tierra quiere proveerles todo lo que necesitamos, no sólo crecer y evolucionar como un ser espiritual, sino también simplemente disfrutar de la vida como un ser humano.
Si consideramos nuestra actitud hacia la abundancia material al nivel más profundo, y sentimos cómo ese flujo nos ofrece la posibilidad de construir una nueva tierra, de cumplir nuestros sueños en el plano más denso de la realidad. Este no es el momento de apartarse de la sociedad ni de meditar en solitario en la cima de un monte. Es el momento de participar. Es el momento de permitir que nuestra energía fluya en este mundo y de recibir libremente todo lo que vuelva a nosotros como recompensa. No tengamos miedo de recibir abundancia. Honrar nuestra propia entrada, recibir lo suficiente a cambio de nuestros esfuerzos, es parte de ser un ser humano espiritual bien equilibrado.
Ya hablamos que la energía del corazón está caracterizada por ‘el flujo de lo natural’. Cuando las cosas salen bien y aparecen espontáneamente en nuestro camino, ésa es la señal de que nos estamos moviendo con el flujo del corazón. Otro flujo de energía que pertenece al corazón es el flujo de lo suficiente. ‘Suficiente’ significa: todo lo que yo necesito aquí y ahora está disponible para mí y yo lo disfruto. Vivir en el flujo de lo suficiente significa que con frecuencia nos sentimos satisfechos y agradecidos con todo lo que tenemos. Nos sentimos alimentados por aquello que nos rodea en el nivel material, emocional, mental y espiritual. Eso es la abundancia. Eso es tener lo suficiente.
La cuestión con la abundancia material es que la cantidad (lo mucho o lo poco que tengamos) no está necesariamente relacionado con la cantidad de placer que experimentamos. El punto clave es descubrir la clase de abundancia material que nos hace sentir satisfechos y completos. Para algunas personas, esto podría significar vivir independientemente en una cabaña apartada donde puedan disfrutar de la naturaleza al máximo. Para otros, esto implica un lujoso departamento en una localidad donde ellos puedan disfrutar de la actividad y del bullicio de la ciudad. No hay juicio sobre esto desde la creación, los juicios los hacemos nosotros e interferimos con el flujo natural.
La clave es encontrar el flujo que nos hace felices, que nos da el sentimiento de que vivimos la vida al máximo. Ése es el flujo de lo suficiente. Lo ‘Suficiente’ es un sentimiento, no es una cosa.
Cuando nos sentimos fuera de éste flujo, miremos a todas las cosas que nos rodean ahora e interpretemos esto como un mensaje energético para nosotros mismos. ‘Así es como yo creo la realidad ahora’. No nos juzguemos. Luego sientan la energía de su ambiente actual – ya sea tu casa, tu vida social o tu trabajo – y comparen esto con los deseos que sienten en el corazón. Al hacer esto nos volvemos conscientes de la ‘falta’, de aquello que no está ahí.
No nos quedemos en la insatisfacción. Este no es un ejercicio para hacernos sentir mal. El propósito es que nos permitamos sentir profundamente por dentro de que hay cosas que querríamos traer a nuestra vida.
Esta comprensión silenciosa es el imán más grande para el cambio.
No tenemos que actuar sobre esto. El conocimiento de qué es lo que deseamos es suficiente. No es necesario empujar para el cambio en el nivel material.
La clave es sentir profundamente (pero no emocionalmente) qué es lo que anhelamos y luego dejar esto en las manos de nuestro corazón. Sólo libérenlo y confíen. Las cosas comenzarán a cambiar en nuestras vidas.
Tal vez los viejos modelos, los trabajos, las relaciones desaparecerán primero. Podemos confiar en que lo que están perdiendo aparecerá luego espontáneamente en nuestro camino. Entrará a nuestra vida con suavidad y elegancia. Es nuestra honestidad y coraje, nuestro ‘permanecer leal a los anhelos de nuestro corazón’, lo que nos traerá la ‘realidad de lo suficiente’.
Hay suficiente para todos nosotros. ‘Suficiente’ es el estado natural del ser. Todos estamos aquí para experimentar lo suficiente; el flujo de lo suficiente está disponible para todos nosotros.
No tiene ningún sentido conformarse con menos. No es verdad que nos volveremos mejores (mentalmente o espiritualmente) por medio de la abstinencia o de la pobreza auto-impuestas. Podríamos incluso desarrollar emociones de amargura o de hostilidad debido a esto. Por favor, no tratemos de buscar alguna clase de justificación espiritual para nuestra falta de abundancia.
Todos estamos aquí para disfrutar de la vida al máximo, para permitir que nuestra energía creativa fluya en el mundo y para recibir riquezas en retribución.
Llegado el momento en que ser un ser humano se vuelve demasiado para ustedes, muy pesado, no duden en probar de nuevo aquella dimensión angelical para contento de su corazón y para tomar ahí una respiración profunda. Ustedes no tienen mucho que hacer; pueden soltar toda la lucha, el esfuerzo, el trabajo – suéltenlo. La intención es que respiren profundamente desde ese reino de los ángeles, para que vuelvan a estar inspirados a bajar algo de aquel Ángel-Cielo aquí a la Tierra. Ése es su verdadero trabajo, y no las muchas ansiedades, preocupaciones, planes y organización de cosas que son parte de estar “ocupado” en la esfera terrenal. No, su verdadero trabajo es rendirse a las energías sutiles de quienes ustedes realmente son, las cuales no están atadas al tiempo y al espacio. Ése es el trabajo de luz, y cuando ustedes hagan eso notarán que la vida en la Tierra se vuelve literalmente más liviana, menos pesada.
Hoy discutiremos el tema “dinero y abundancia”. Los invito a mirar el tema desde la perspectiva de su relación personal con la Tierra. La intención de su encarnación es que experimenten alegría al estar presentes en la Tierra. Su regalo a la Tierra es que estén aquí, que hayan venido desde el reino angelical, desde el Cielo, para revelar y dar su belleza, su amor, su pureza a todos aquellos que vivan en la Tierra – ése es su regalo.
Quisiera ofrecerles una simple visualización donde puedan imaginar en qué medida reciben lo suficiente desde el reino terrenal. Tan sólo imaginen que hay un tobogán largo y alto. Están sentados en la parte superior, la cual está localizada en el reino angelical. Mientras están sentados ahí, ustedes también son un ángel. Observen su apariencia. Todavía no tienen un cuerpo humano, pero tienen una toga envuelta a su alrededor de un color bello, translúcido. Se sienten libres e igualmente conectados con toda la vida, porque comprenden cada parte de ella desde adentro, y saben que pronto estarán deslizándose hacia abajo hacia el reino terrestre.
Muchos sentimientos pueden surgir en el momento del descenso, pero yo les pido que en este instante se enfoquen en los sentimientos de confianza que sienten profundamente en su ser. Sientan que es bueno estar por partir y que hacerlo tiene sentido y significado. Imaginen que sus manos aún se agarran del tobogán pero que están por soltarlo – y ahora se sueltan y comienza el deslizamiento hacia abajo. Están sintiendo un poco de tensión, así como se podría sentir un niño cuando hace algo que le da miedo pero que al mismo tiempo también es divertido y excitante. Y broom, ¡están yendo hacia abajo! Aun no pueden ver un lugar donde aterrizar, simplemente se deslizan y se deslizan.
En un cierto momento ven una capa de nubes que están por atravesar. Eso se siente un poco atemorizante, pero la “capa de nubes” en realidad es el velo que envuelve al mundo tridimensional. Su descenso es suave y facil y así se deslizan a través del velo porque no ofrecen ninguna resistencia. Descienden cada vez más profundo dentro de la realidad terrenal y finalmente llegan al final del tobogán. Entonces llega el momento cuando realmente le dicen adiós al reino celestial y dan un paso dentro de la nueva realidad y encarnan como un bebé.
Pero en el umbral del reino terrenal hay una especie de guardián, un ángel que los mira con compasión tanto como con gran solemnidad. Ese ángel quiere hacerles recordar en el último minuto que recuerden quienes son, no quiere que se olviden de eso. La mirada del ángel les infunde coraje.
El ángel también les cuenta algo que tiene que ver con la abundancia en su vida. Él les da energía en la forma de una bolsa llena de oro, y les dice: “Esta bolsa de oro te pertenece. Es algo que vos podes reclamar y que podes usar en tu vida para tu goce y para crear todo lo que está relacionado con el trabajo de tu vida. Recibí esta riqueza y no olvides que siempre está ahí para vos. Vos podes reclamarla, porque es parte tuya; ¡es tu tesoro!” Luego ustedes siguen su camino.
Ahora por favor regresen al presente. Ustedes han pasado por muchas cosas en esta vida, y veamos ahora cuánto de aquel tesoro que les dio el ángel ya han reclamado para ustedes. Imaginen que delante de ustedes ven una bolsa llena de energía dorada y la abren. Ahí, en la bolsa, está la energía de la abundancia, una riqueza que no es tan sólo bienestar material pero que también incluye cosas materiales. La bolsa de oro que descansa delante de ustedes es una conexión muy visible entre el Cosmos y la Tierra, pero también es algo personal; es su abundancia, su riqueza.
Vean si pueden abrir la bolsa fácilmente y si pueden recibir la energía que sale de ella.
Vean si pueden permitir que esa energía llegue a sus brazos, a su corazón y pase a través de todo su cuerpo.
Permitan que esa energía dorada los envuelva completamente. Luego pregúntenle: “¿Hay algo ahí que ahora yo pueda darme a mí mismo que anteriormente me haya negado, algo que yo necesite para vivir con alegría? Estén abiertos a lo que ese flujo quiera darles. La abundancia que es de ustedes les ayuda a realizar su misión del alma en la Tierra.
De hecho, cuando dar y recibir están en equilibrio en su vida, el flujo material naturalmente sostiene al flujo espiritual; están alineados uno con el otro. Pueden verlo de esta manera: su parte espiritual necesita que la Tierra la sostenga desde la realidad material, de modo que realmente pueda prosperar ahí. Permítanse la abundancia material para que puedan aumentar su energía espiritual, de este modo podrá ser más visible y se le permitirá fluir en el mundo, y así podrá ser vista por los demás y podrá ser una inspiración para ellos. En ese sentido, el dinero y la abundancia material tendrán un efecto positivo en tu entorno, tanto como en vos.
También pueden ver al dinero puramente como un flujo hacia la manifestación, hacia la expresión física de tu verdadera naturaleza. Si ustedes están expresando su luz en la realidad terrenal y utilizan el dinero que viene a ustedes para que los ayude a hacer eso, ustedes pueden cuidarse a ustedes mismos, así como también beneficiar a otros. La primera parte no excluye a la segunda. Pueden soltar la vieja imagen del dinero como un medio para incrementar su poder, para elevarse por encima y controlar a los demás seres humanos. Pueden cambiar esa vieja forma de usar el dinero y usarlo de acuerdo a su deseo del alma para que se exprese en la dimensión terrenal.
No se aparten del dinero o de la abundancia material solamente porque es algo que ha sido abusado por otras personas.
No le teman al dinero, el dinero puede apoyar el “ser” y “hacer” de su alma. El dinero no necesita ser utilizado de un modo egoísta.
Todos nosotros llevamos una vieja tradición en la que se nos enseñó a reprimir nuestras propias necesidades en favor de las de los demás. Y debido a esa tradición es posible que tengan dificultades para recibir totalmente el dinero y la abundancia en su vida. Traten de verlo de esta forma: si tienen más, más tienen para compartir. El compartir les da alegría, y la alegría crea aún más abundancia. Eso significa que puede haber una espiral muy positiva a través del atreverse a recibir.
Atrévanse a estar totalmente aquí como el ángel que son y a recibir totalmente lo que necesiten para hacer brillar su luz. La Tierra necesita mucho de personas que vivan desde sus corazones y quienes, al mismo tiempo, reconozcan sus necesidades humanas y se consideren dignos de recibir abundancia y de disfrutar la vida.